lecturas del domingo 9 de julio 2023

¡Bienvenidos a una nueva reflexión dominical! Hoy analizaremos las lecturas del día, buscando cómo aplicar sus enseñanzas en nuestra vida cotidiana. Acompáñenme en este recorrido por la Palabra de Dios.

Lectura del Antiguo Testamento

En el libro de Isaías, capítulo 55, versículos 10-11, encontramos la siguiente lectura:

«Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo y no vuelven allá sin haber empapado la tierra, sin haberla fecundado y hecho germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía; antes bien, realizará mi voluntad y llevará a cabo mi encargo.»

Lectura del Salmo

El salmo de este día es el número 65. En este pasaje, el salmista nos invita a alabar a Dios y reconocer su poder y grandeza. Nos recuerda que Dios escucha nuestras plegarias y nos bendice con su amor inagotable.

Lectura del Nuevo Testamento

En la carta del apóstol Pablo a los Romanos, capítulo 8, versículos 18-23, leemos:

«Pues estimo que los sufrimientos del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que se manifestará en nosotros. La creación, expectante, aguarda la manifestación de los hijos de Dios; la creación, en efecto, fue sometida a la vanidad, no espontáneamente, sino por aquel que la sometió, con la esperanza de que la creación misma sería liberada de la esclavitud de la corrupción para entrar en la libertad de la gloria de los hijos de Dios. Sabemos que hasta el presente la creación entera gime y sufre dolores de parto.»

Evangelio

El evangelio de hoy nos presenta las palabras de Jesús en el Evangelio de Mateo, capítulo 13, versículos 1-9:

«Aquel día salió Jesús de casa y se sentó junto al mar. Y se reunió tanta gente junto a él que hubo de subir a una barca y sentarse en ella, mientras la gente se mantenía en la orilla. Y les habló mucho rato en parábolas, diciendo: ‘Salió el sembrador a sembrar. Y al sembrar, una parte cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y como la tierra no era profunda brotó en seguida;, pero en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó. Otra parte cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron. Pero otra parte cayó en tierra buena y dio fruto, una cien, otra sesenta, otra treinta. ¡El que tenga oídos, que oiga!'»

Reflexión

Contexto

Las lecturas de hoy nos invitan a reflexionar sobre la importancia de la Palabra de Dios, su constancia y su poder para transformar nuestras vidas. En el Antiguo Testamento, Isaías nos presenta la imagen de la lluvia y la nieve que fecundan la tierra, comparándola con la Palabra de Dios que no vuelve vacía, sino que cumple su propósito. En el Salmo, reconocemos la grandeza de Dios y su amor constante hacia nosotros. En el Nuevo Testamento, Pablo nos habla de los sufrimientos presentes en contraste con la gloria futura, y nos muestra cómo toda la creación anhela la liberación que vendrá con la manifestación de los hijos de Dios. Finalmente, en el Evangelio, Jesús nos revela la parábola del sembrador, enseñándonos sobre la importancia de recibir la Palabra de Dios en tierra fértil para dar frutos abundantes.

Enseñanzas

Las enseñanzas de estas lecturas nos llevan a comprender que la Palabra de Dios es viva y eficaz, capaz de transformar nuestras vidas y de producir frutos en abundancia. Nos recuerda que, a pesar de los sufrimientos y dificultades actuales, la esperanza en la gloria futura nos sostiene y nos impulsa a perseverar en la fe. Asimismo, nos desafía a ser tierra fértil para recibir la Palabra de Dios y permitir que esta germine y dé frutos en nuestras vidas.

Aplicación

En nuestra vida cotidiana, podemos aplicar estas enseñanzas buscando ser receptivos a la Palabra de Dios, meditando en ella, orando y poniendo en práctica sus enseñanzas. También podemos recordar que, a pesar de las dificultades que enfrentamos, la esperanza en la gloria futura nos sostiene y nos anima a perseverar. Asimismo, podemos reflexionar sobre la calidad de nuestra «tierra interior», es decir, la disposición de nuestro corazón para recibir y poner en práctica la Palabra de Dios.

Oración

Señor, ayúdanos a ser tierra fértil para tu Palabra, que germine en nosotros y dé frutos abundantes. Fortalécenos en la esperanza de la gloria futura, para que podamos perseverar en medio de las dificultades. Que tu Espíritu Santo nos guíe y transforme para ser testigos vivos de tu amor y tu poder en el mundo. Amén.

Compromiso

Nos comprometemos a buscar la Palabra de Dios en nuestra vida diaria, a ser tierra fértil para su siembra y a perseverar en la esperanza de la gloria futura. También nos comprometemos a orar por la transformación de nuestro corazón, para que podamos reflejar el amor y la gracia de Dios en nuestro entorno.

Que estas lecturas nos inspiren a acoger la Palabra de Dios en nuestra vida, a perseverar en la esperanza y a ser testigos de su amor y poder en el mundo. Que podamos ser como la tierra fértil que produce frutos abundantes, llevando la luz de Cristo a quienes nos rodean. Que Dios nos bendiga y nos fortalezca en este camino de fe. ¡Amén!

por Gabri

Hola, soy Gabriela López, autora del blog decidevivirmexico.com. Con más de 32 años de vida y mi corazón arraigado en México, me apasiona compartir mi amor por la cultura, la gastronomía y los destinos turísticos de este hermoso país. A través de mis relatos inspiradores y guías únicas, invito a mis lectores a descubrir y disfrutar de todo el encanto que México tiene para ofrecer. ¡Acompáñame en esta aventura de explorar y vivir México al máximo!